El oficio del pintor de graffiti

El pintor de graffiti ha pasado de ser un artista callejero a un profesional altamente valorado proyectos de decoración y branding.

A diferencia del graffiti no autorizado que se ve en las calles, los proyectos de un pintor de graffiti profesional están cuidadosamente planificados. Es más, detrás de cada obra hay un proceso creativo y técnico que va desde la planificación del diseño hasta la realización del mural.

De hecho, los pintores de graffiti profesionales suelen trabajar en proyectos, adaptando sus habilidades y estilos a las necesidades o gustos del cliente. Para ello, debe saber perfectamente como aplicar la pintura en según qué superficies. Ademas, debe tener la capacidad de poder trabajar con la idea o motivo del cliente para planificar un diseño acorde con el proyecto.

Cualquiera pinta graffiti, pero pintar graffiti de forma profesional requiere de mucha, técnica
y años de experiencia para evitar goteos y lograr acabados limpios y matices bien definidos.

El graffiti por encargo consiste en la creación de un mural personalizado en función de las preferencias y necesidades del cliente. Este enfoque se basa en trabajar una idea principal para diseñar y pintar un graffiti que se ajuste al motivo.

Algunos de los interesados más comunes en encargar un graffiti suelen ser locales comerciales, espacios públicos, hogares y oficinas. En locales comerciales como tiendas, bares o restaurantes, el graffiti ayuda a establecer una identidad visual fuerte y a atraer clientes, aportando carácter y diferenciación al espacio. Este tipo de decoración no solo llama la atención, sino que también genera un ambiente distintivo y alineado con la marca del negocio.

En cuanto a los espacios públicos, el graffiti es ideal para revitalizar muros y áreas comunes en la ciudad. Este tipo de arte accesible mejora la estética del entorno urbano, ofreciendo a la comunidad un espacio visualmente atractivo que puede transmitir mensajes de impacto o simplemente embellecer el área.

Para los hogares, el graffiti por encargo es una excelente opción para quienes buscan una decoración creativa y personalizada. Este estilo artístico puede añadir un toque único en habitaciones, patios o incluso garajes, adaptándose a los gustos y personalidad de cada residente.

Finalmente, en oficinas y espacios de trabajo, un mural de graffiti puede aportar energía y personalidad, convirtiendo cualquier área laboral en un entorno dinámico y estimulante.

Elegir un graffiti por encargo tiene sus ventajas frente a otras formas de decoración. Ya sea para decoraciones impactantes o más discretas.

Un mural de graffiti pintado a mano tiene un impacto único y difícil de igualar en comparación con otras formas de decoración. Su creación artesanal aporta un valor especial, especialmente cuando está diseñado específicamente para quien lo encarga, convirtiéndolo en una pieza verdaderamente personal y memorable.

La adaptabilidad es otra de sus grandes ventajas. A diferencia de otros métodos de decoración, la pintura en aerosol puede aplicarse en prácticamente cualquier superficie, lo que permite trabajar tanto en interiores como en exteriores, sin importar el tamaño o el tipo de pared. Esto la convierte en una opción versátil que se adapta a las necesidades y particularidades de cada espacio.

Finalmente, la durabilidad de la pintura en aerosol es algo a destacar. Este tipo de pintura es ideal tanto para interiores como para exteriores y tiene unos matices excelentes. Además, en exteriores, soporta perfectamente las inclemencias del clima, lo que la convierte en una opción duradera y de bajo mantenimiento.

El primer paso para afrontar un mural es comprender el motivo de la obra y el entorno en el que se ubicará.
Aunque podemos plantear el mismo diseño tanto para un graffiti en interior como uno en exterior,
es siempre importante tener en cuenta estos aspectos para dar con la mejor propuesta posible.

Pongamos este ejemplo de un grafiti por encargo para un restaurante:

En este caso, el cliente nos dice que no tiene una imagen clara del mural que busca, pero dice querer algo chulo y japonés, con un grafiti de una geisha realista. Además, nos sugiere unos colores como preferencia y nos envía unas fotos de la pared.

Genial, tenemos tanto conocimiento del espacio como de la idea sobre la que empezar a trabajar.

Primero ponemos encima de la mesa algunas ideas; para este mural, hemos escogido, geishas, peces koi, bamboo, tinta y cerezos entre otros elementos representativos que consideramos acertados para el diseño. En función del primer feedback, vemos por dónde vamos y qué opción puede ser la mejor para el diseño del mural. Seguidamente, diseñamos las propuestas y las enviamos a ver qué le parecen. Muchas veces damos en la tecla enseguida con las primeras opciones. En otras ocasiones son necesarias algunas modificaciones, y en el peor de los casos seguimos elaborando diseños hasta lograr dar de lleno.

Una vez tenemos listo nuestro diseño con el ok del cliente, queda la mejor parte, pintar el mural.

Para ello, primero nos aseguramos de encuadrar bien el dibujo en la pared.
Después añadimos color empezando por el fondo y después con los elementos en primer plano. En este caso la geisha y los peces es lo ultimo que hacemos.

De esta forma, partiendo de una idea desarrollamos un proyecto de cero, con un diseño a medida y un mural de graffiti perfecto para cada espacio.

Puedes ver este mural japonés y otros proyectos de graffitis por encargo que hemos realizado en el portfolio o la pagina de murales y visitando masmural.com